Unas cuantas locuras en Turquía. Día 1
- Co
- Dec 5, 2015
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Cuando viajé a Estambul, en el 2012, creo firmemente que Dios nos cuidó muchísimo, no porque haya sido peligroso sino porque hicimos tantas cosas arriesgadas con mis amigas que nos podía haber pasado caulquier cosa.
¡Acá van algunas de las tonteras (de las cuales no me arrepiento) que hicimos!
Primero lo primero. Decidimos viajar a Turquía un viernes en la noche y nuestro vuelo salió domingo en la mañana. Desde ahí empezó la aventura, una de las más locas de mi vida. Además de la repentina decisión de emprenderla, la noche anterior al viaje no dormimos porque sólo teníamos dos opciones: o dormir en el aeropuerto, o irnos de fiesta. Obviamente, nos fuimos de fiesta y como a las 4am salimos en un bus que iba al aeropuerto. En el aeropuerto nos encontramos con un amigo...uno de los típicos amores de verano de otra amiga, que no viajó con nosotros en esta ocasión.

Segundo, ya habiendo llegado a Turquía, decidimos ir en un taxi desde el aeropuerto que supuestamente nos dejaba cerca del hostal...pero no! Nos dejó súper lejos y nos tocó coger taxi para poder llegar...y aun en taxi era lejos.
Cuando llegamos al hostal y nos enseñaron nuestro cuarto vimos que era en el techo del edificio (de 3 pisos). No había pared, solo un plástico que cubría del frío y del viento. Además, como era compartido (porque esos son los cuartos más baratos en los hostales y un mochilero tiene un presupuesto limitado para este tipo de comodidades) había aproximadamente 10 literas, una al lado de otra. Dormíamos como 20 hombres y mujeres en un techo.
La primera noche fuimos a fumar pipa árabe un uno de los locales que había cerca. Como mi familia, desde Ecuador, estaba preocupada por nosotras, yo como buena chica responsable les advertí a mis amigas que teníamos que tener cuidado y no hacernos muy amigas de nadie. Esque además recién se había estrenado la película Taken 2. Y bueno, a la primera oportunidad yo fui la que se hizo amiga de un turco porque me gustaron unas de sus mercancías y a él le gusto mi amiga entonces para ver si nos daba un descuento en algo, les presenté y nos quedamos en su tienda un rato. Nos ofreció té, pero no tomamos...en eso si había que tener cuidado.

¡Después de tomarme la foto con mis nuevos amigos amigos turcos, seguimos caminando hasta encontrar el lugar perfecto para la famosa pipa!
Eran muchísimos los que salían a nuestro encuentro para que entremos a su local pero estabamos esperando a encontrar al indicado y no nos equivocamos con la decisión que tomamos. Llegamos a un local donde nos atendieron increíble, comimos un delicioso humus con pan pita y, para ser la primera vez que fumaba pipa árabe, estuvo muy buena.
Después de esta experiencia tan buena, de saber además de que estábamos viviendo otra cultura, regresamos al hostal, donde el dueño nos esperaba porque él nos trató desde el principio como papá. No habíamos dormido en más de 24 horas aproxidamente, a eso se deben las caras jaja.
¡Para conocer cómo fueron los siguientes días, pueden esperar a mis siguientes posts! Esos si fueron realmete locos...
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